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Inicia una comunicación amorosa con tu bebé a partir del tercer trimestre de tu embarazo, pues es cuando tu pequeño tiene un mejor desarrollo cerebral, y sus sentidos ya están capacitados para recibir información y procesarla.

1. Visualízalo

Viste ropa cómoda y descansa en tu cama o un sillón confortable, cierra los ojos, inhala profundo y al exhalar suelta tus brazos y piernas; Separa la lengua del paladar para liberar la tensión de tu rostro y una vez que estés completamente relajada, imagina que tu corazón y el de tu bebé están conectados y laten al mismo tiempo.

Piensa que a través de la sangre que bombeas le llega tu amor, el cual los envuelve y protege en una esfera. Permanece unos minutos así y si lo deseas, acaricia tu abdomen.

2. Bailen los 3

Elige una canción que los invite a moverse, invita a tu pareja a que coloque sus manos en los costados de tu vientre y sigan el ritmo. Véanse a los ojos, sonrían y ¡déjense llevar! La intención es que pasen un rato agradable, se sientan integrados y le transmitan esa sensación a su hijo.

3. Dedícale una canción

No necesariamente debe de ser de cuna, el requisito es que te guste y tú la cantes para que pronto reconozca tu voz. Recuerda que la música, los cuentos y estas actividades serán benéficas en la medida en que las disfrutes pues si tú eres feliz, él también.

4. Ilumínalo

Destapa tu vientre frente a una fuente de luz, puedes pararte cerca de la ventana, una lámpara o incluso salir al sol. Deja pasar unos segundos y vuelve a cubrirlo, nárrale las actividades que hará al aire libre cuando crezca. De noche, juega con una linterna apuntándola a tu estómago, hazlo sólo cuando esté despierto y aclarale cuál es la fuente luminosa.

Ricitos de Oro, ¡tan natural como el amor por tu bebé!