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Originalmente hemos adoptado la idea que un recién nacido no hace más que comer, dormir, llorar, sin embargo al principio no todo es tan sencillo ya que los primeros días en casa con tu bebé serán un poco abrumadores al enfrentarse a una nueva experiencia.

Por lo anterior te compartimos un sencillo manual para hacer más felices las primeras horas con tu bebé. ¡No te lo puedes perder!

 

La alimentación

Puesto que el estómago de tu bebé es tan diminuto, tu pequeño comerá pequeñas cantidades de leche, y lo hará de manera frecuentemente; Algunos quieren el pecho o biberón cada dos o tres horas, mientras que otros tienen hambre incluso más a menudo. Puede que tu bebé anuncie su hambre con fuertes o con señales más sutiles como chuparse las manitas, mover la boquita o voltear la cabeza hacia el pecho materno o biberón.

 

En los primeros días de vida tu bebé podrá perder cerca de 7% de su peso. Aunque esto es completamente normal, querrás alimentar a tu bebé cada dos horas, hasta que recupere el peso que tenía al nacer, para ello te recomendamos visitar a tu pediatra.

Los recién nacidos son muy soñolientos, por eso tal vez tendrás que despertar a tu pequeño para alimentarlo y motivarlo a mantenerse despierto mientras come. Puedes frotar suavemente su cabecita o espalda y hablarle; el objetivo es que a la segunda semana, tu bebé pese lo mismo que pesaba al nacer.

 

Los cambio en tu cuerpo.

Sabemos que tu cuerpo se ve afectado por los cambios hormonales, el proceso de recuperación tras el parto y la falta de sueño, es así que tu mente está tratando de adaptarse a esta nueva etapa en tu vida; habrá momentos en que reirás, llorarás, te enojarás, te emocionarás y pasarás por una variedad de sentimientos en periodos de tiempo muy cortos.

 

Sabrás que cuidar de tu bebé por más sencillas que sean sus necesidades consume una cantidad muy grande de tu tiempo; Es probable que algunas veces no puedas realizar algunas de tus propias necesidades como ducharte o completar una comida.

En las primeras dos semanas después del parto ocurren grandes cambios hormonales; este periodo de melancolía no dura mucho, y suele desaparecer al cabo de este tiempo.

 

La depresión posparto afecta a una de cada diez mujeres, obtener un tratamiento es importante tanto para ti como para tu bebé. Hablar con tu pareja o con tu familia será un gran apoyo para equilibrar este desorden en tus emociones.

Una forma de combatir la tristeza después del parto es que procurar tener tiempo para ti misma, cuidarte y mimarte. La ayuda de familiares y amigos es también fundamental. Si tienes la posibilidad, contrata a alguien que te ayude con las tareas domésticas o aceptar la ayuda de tus familiares y amigos para que te ayuden a lavar ropa, cocinar, o limpiar la casa.

 

Tu descanso.

Aprovecha los ratos mientras tu bebé duerme para descansar, dormir una siesta o tomar una ducha te ayudará a recargar tu energía antes de que vuelvas a tener que alimentar, cambiar y dormir a tu bebé.

Anotar cuándo y dónde duerme tu bebé te ayudará a identificar sus patrones de sueño y a contestar las preguntas que te haga el médico. Por fortuna los recién nacidos tienen la increíble capacidad de dormir en prácticamente cualquier lugar, aunque un lugar acogedor y ajustado ayudará a que duerma más tiempo, ya que esta sensación apretadita les recuerda el útero de mamá.

 

¿Cómo dormir a tu bebé?

Envolver a tu bebé de una manera ajustada reproduce el ambiente al que estaba acostumbrado mucho antes de nacer, a la vez que evita que los sobresaltos y reflejos naturales de sus brazos y piernas lo despierten.

No importa dónde lo duermas, acuesta siempre boca arriba a tu bebé y retira cualquier cobija, edredón, almohadas y juguetes del lugar para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del bebé. Es importante que jamás dejes solo a tu bebé cuando se quede dormido sobre un sofá o una cama, ya que existe el riesgo de que se dé la vuelta y se caiga, aunque todavía no pueda voltearse por sí mismo.

Una vez que esté dormido de una forma relajada y profunda, no te sorprendas de escuchar ruidos raros; Si su respiración suena como si estuviera resfriado, es porque los bebés respiran naturalmente por la nariz. Puesto que tu pequeño no tiene la capacidad de limpiarse solito la nariz, puedes usar una perilla de succión para limpiársela, lo cual le ayudará a respirar, dormir e incluso comer mejor.

 

Ricitos de Oro, ¡tan natural como el amor por tu bebé!