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Estas visitas, ya sean rutinarias o a causa de algún padecimiento, suelen ser estresantes para ti y para tu hijo. Aquí te damos algunos consejos para hacer las llevaderas y, sobre todo, más útiles.

Con el nacimiento de tu bebé iniciaste una relación con otra persona en la que no piensas: su pediatra, quien se encargara de monitorear su crecimiento, cuidar su salud, y será esencial durante sus niñez y adolescencia.

Como mamá eres la principal responsable del bienestar de tu hijo y la persona que mejor lo conoce, por eso es básico que establezcas una comunicación efectiva, cordial y abierta con el médico. A continuación te presentaremos algunos tips para fomentar y así sacarle provecho a las citas.

  1. ACUDE CON TU PAREJA

Ambos deben de estar involucrados en la salud del niño, que mejor forma de hacerlo que escuchado de primera mano las opiniones instrucciones del Doctor

  1. PREPÁRATE

No llegues con la mente en blanco, anota tus preguntas en un cuaderno y coméntalas una por una. “si hay dudas especiales, por ejemplo, en relación al desarrollo, a la estimulación, a las vacunas y al control de la fiebre, -que son situaciones comunes- se les puede dedicar más tiempo. Como decimos: más vale una débil tinta que una brillante memoria”, explica Ricardo Zaldo, pediatra en los hospitales Español ABC y Ángeles de las Lomas.

  1. INVESTIGA

Aprovecha el internet para crearte un panorama de la salud de tu bebé y ampliar la lista de preguntas. Pero jamás sustituyas una visita el médico con una búsqueda en google, ni consultas sitios de dudosa reputación o creas absolutamente todo lo que lees de otros padres de familia. Mi consejo es que busquen páginas serias: las que están avaladas por un organismo médico, como era que Academia Mexicana de Pediatría, la American Academy Of Pediatrics Y American Academy Of Family Physians, que tienen apartados para papás, recomienda Zaldo

  1. ELIGE LA ROPA ADECUADA

De ahorrarás muchos problemas si vistes a tu hijo con prendas fáciles de poner y quitar; si tienes una niña, evita los vestidos con miles de botones que habría que desabrochar cuando le hagan el examen físico.

  1. PREPÁRATE PARA LA ESPERA

No vayas con el tiempo justo ni hagas compromisos posteriores a la cita, pues es probable que te hagan esperar un poco. Lleva pañales de repuesto, un par de juguetes, un biberón lleno y alguna papilla o snack, así logra las que el tiempo pase más rápido.

  1. PROGRAMA UN HORARIO ADECUADO

Procura que la visita no interfiera con las rutinas de tu bebé, como la siesta o la hora del baño, para hacerla menos estresante. Toma en cuenta que si le aplican una vacuna, probablemente tendrás que ir a casa y bañarlo.

  1. CAMBIAN LO ANTES DE SALIR

Puede sonar obvio pero cuando estés casi en la puerta, revisa el pañal y su ropa. Llévalo limpio, es una cortesía para el doctor.

  1. TRANQUILÍZATE

Sobre todo si la cita se debe a algún padecimiento. Los nervios pueden entorpecer, además de que el percibe tu estado de ánimo y usualmente responde de igual forma.

  1. NO OLVIDES NINGÚN PAPEL

Es mejor llevar todo lo relacionado con la salud del niño y no esperar a que el doctor saque el expediente. La cartilla de vacunación, estudios, datos de consultas anteriores, un cuaderno para tomar notas… Todo puede ayudar a hacer la visita más efectiva.

  1. PREPÁRALO PERO NO LO AGOBIES

Si le van sacar sangre o aplicar una vacuna y ya entiende lo que sucede, habla con él, usando términos simples, unos cinco minutos antes –pues su memoria es a corto plazo-, explícale lo bueno que será para su salud y yo le des tanta importancia al procedimiento

  1. RESPONDE HONESTAMENTE

El preguntas incómodas: por ejemplo, si lo medicaste antes de llevarlo a la consulta, si seguiste el tratamiento al pie de la letra o si lo expusiste accidentalmente a algún tipo de peligro. Aunque pienses que algún cuestionamiento no está relacionado con el caso, es siempre la verdad, su salud depende de ello.

  1. RECOMPÉNSALO

Si ya tiene edad para entender te, ayúdale a sobrellevar la mala experiencia y los pinchazos, sí los hubo; dale un dulce o pequeño regalo al terminar la consulta, así no la recordará como algo desagradable o aterrador

  1. TOMA NOTAS

No confíes en tu memoria cuando se trate de las indicaciones del tratamiento. Por otra parte, apuntar datos técnicos que mencione el doctor te ayudara a buscar en la red.

 

ERRORES COMUNES

Acudir solo cuando se enferma. Las visitas de rutina son fundamentales porque ayudan detectar problemas que los Padres no están capacitados para determinar. “la consulta del niño sano, sobre todo en el primer año de vida, va destinada a vigilar el incremento de talla, la ganancia de peso y el desarrollo, es decir, la adquisición de habilidades. Hay muchos padecimientos que se reflejan en trastornos en el crecimiento y mientras más pronto se reconozca, mejor será el pronóstico. También esta protección con las vacunas, pues aun bebé enfermo muchas veces deben aplicárseles. Si no llevas a consulta de control, se atrasa con la vacunación”, explica el doctor. Lo ideal es visitarlo cada mes durante el primer año, cada dos durante el segundo y cada tres o cuatro en el tercer.

No hacer caso a las indicaciones. Para obtener nuevo resultados debes seguir los tratamientos y obedecer sus instrucciones. “El pediatra recomienda, pero quienes tienen que ejecutar son el Padre y la madre”, dice el Zaldo. La responsabilidad final de la salud de tu hijo recae en ustedes.

Pensar que sabes todo de una enfermedad. El pediatra es un especialista no debes sentir que sabes más que él. “Si te metes a internet y ves páginas que no son serias, solo amarillas o que sólo difunde rumores, vas a estar atemorizada, mal informada y está te puede llevar a tomará las decisiones”. Sin embargo tienes derecho a no estar de acuerdo y buscar otras opiniones profesionales.

Automedicarlo. El medicamento o se prescribe en relación al paciente, al cuatro en cuestión a la patología, a si existen condiciones previas o alguna enfermedad crónica, si está tomando otros remedios y a la interacción que estos pudieran tener. Son cosas que los Padres no saben y, por ende, no puede tomar en cuenta. Lo más recomendable es la llamar al pediatra aunque sea por cosas que no parecen muy importantes.

Exigir soluciones mágicas e inmediatas. Todo enfermedad lleva un proceso, tiene un ciclo y no se cura de un día para otro: de paciencia y sigue el tratamiento. Si no ves cambios en un tiempo razonable, llévalo nuevamente.

 

CUANDO LLEVARLO CONSULTA

Muchos papás primerizos lo hacen cada vez que el niño estornuda. Ahorrarás tiempo y dinero si aprendes a detectar cuando un síntoma lo amerita.

 

  • Resfriado persistente (que dura varios días).
  • Cambios de humor.
  • Falta de energía, dificultad para despertarlo o letargo.
  • Llanto indiferente o inconfortable.
  • Vómito constante.
  • Resequedad en la boca.
  • Palidez.
  • Erupción cutánea.
  • Cambios de evacuaciones, estreñimiento, diarrea persistente o con sangre.
  • Falta de interés por la lactancia o la comida.
  • Dolor o secreciones por oídos
  • Respiración dificultosa o con silbidos.
  • Fiebre intermitente durante varios días.
  • Antes de llevarlo, llámale al pediatra y pídele su opinión.

 

 

ENCUENTRA AL IDEAL

Si a uno has tomado la decisión y andas en la búsqueda, toma en cuenta de sus consejos:

 

  • Pregunta a tu ginecólogo, a tus amigas y familiares si conocen alguno que puedan recomendarte.
  • Haz una elección de al menos tres, visítalos y pregúntales lo que consideres necesario para tomar una decisión.
  • Es importante que esté disponible cuando lo necesites, así sea en la madrugada, y en caso de una emergencia o duda este atento su celular y regrese tus llamadas si no lo encuentras.
  • Si trabajas, conviene que sea flexible con las citas y pueda adaptarse a tus horarios.
  • Elige a uno que sea paciente, que esté dispuesto a responderte la misma duda hasta que tengas perfectamente claro el tratamiento a seguir de alguna enfermedad.
  • Busca uno que se preocupe por la salud integral, por ejemplo que se percate de los problemas emocionales.
  • Es básico que te inspire confianza. más que un Doctor de gran fama, opta por uno que te haga sentir cómoda y al que puedas preguntar cualquier cosa.
  • Verifica si tiene alguna limitación en cuanto a los hospitales en los que atiende el caso de emergencia.

La consulta de rutina sobre todo durante el primer año de vida, va destinada a vigilar la ganancia de peso, el incremento de talla y el desarrollo, es decir, la adquisición de habilidades.