Cuida y apapacha a tu bebé cuando este malestar se presente, ¡aquí te decimos cómo!
Si tu bebé llora de más, tiene periodos prolongados de inquietud, llanto agudo, es bastante difícil tranquilizarlo y ya supera las 2 semanas estando así, te decimos que parecen ser signos de los “cólicos del lactante” y aquí te decimos de qué trata.
Los cólicos del lactante se definen como episodios recurrentes y prolongados de llanto intenso o irritabilidad, que suceden sin una causa aparente y que los padres no son capaces de resolver.
Para un padre puede ser frustrante ver a su bebé llorando, de manera continua y sin causa aparente. Sin embargo, es algo bastante frecuente.
Suelen aparecer a partir de los 15 días de vida, siendo especialmente frecuente en torno al mes y medio y desapareciendo hacia los 4 meses de edad. Por esa razón, se le conocen también como cólicos del primer trimestre.
Factores y causas de cólicos en los bebés:
La causa de los cólicos del lactante no se conoce bien, por lo que se han propuesto diversas explicaciones.
Pueden estar influidos por factores psicológicos y sociales, como:
– La excesiva estimulación del bebé
– Respuesta exagerada o ansiosa ante su llanto
– Cambios constantes en la rutina diaria
– Cansancio
También se plantea la propia inmadurez del aparato digestivo del bebé, ya que las fibras musculares del intestino se contraen generando cólicos dolorosos y dificultad para expulsar los gases.
¿Cómo aliviar los cólicos?
Te decimos como poder aliviar a tu pequeño de estos incómodos momentos:
- Atender al bebé siempre, y desde una postura relajada. Tómalo en tus brazos, mantente tranquila, de ese modo tu bebé sentirá que está a salvo. No hay nada peor que, quien intente calmarte, esté aún más nervioso que tú.
- Evitar que tu bebé ande de brazo en brazo de todas las visitas. Debe estar pegado a ti.
- Usa la técnica del Porteo, esto permitirá a tu hijo estar pegado a ti, calentito y confortable, a la vez que te dará cierta libertad para moverte.
- Respeta su descanso. Si quiere dormir, quiere dormir. Déjalo descansar y si le cuesta, pero está cansado, puede ayudar arrullarlo.
- Atiende las señales de hambre. Si esperas a que el aviso sea el llanto, es posible que tu bebé se encuentre muy ansioso y le cueste tener una succión que favorezca que ingiera más cantidad de aire.
- Puedes dar masajes en su pancita utilizando diversas técnicas. El masaje más conocido es el «I love you» o poner calor en la barriga. Podéis usar vuestros cuerpos en piel con piel o bolsas de semillas para aportar calor seco, por ejemplo.
Te recomendamos lo siguiente:
Nuestros biberones Ricitos de Oro cuentan con un sistema anti-cólicos que brindan una mejor alimentación ya que permite el flujo continuo del líquido, reduciendo la ingesta de aire.
Osito Ro dice: Si tu bebé sigue llorando excesivamente después de los 4 meses de edad, la causa de sus llantos podría ser otro problema de salud y te invitamos a acudir al pediatra de confianza.