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El primer día de guardería es un momento significativo tanto para los peques como para los padres. Este momento puede estar lleno de emociones encontradas: entusiasmo, nerviosismo y, a veces, un poco de miedo. Para asegurar una transición suave y positiva, es esencial estar bien preparado y seguir algunos consejos útiles. En este artículo, te ofrecemos una guía completa con sugerencias para que tanto los peques como los papás puedan disfrutar de un buen comienzo en esta nueva etapa.

Uno de los pasos más importantes antes del primer día es familiarizar a tu peque con el nuevo entorno. Visitar la escuela infantil varias veces antes de la fecha de inicio puede ayudar a reducir la ansiedad. Conocer a los educadores, explorar las aulas y jugar en los espacios comunes hará que tu hijo se sienta más cómodo y seguro cuando llegue el gran día.

Conocer los horarios de siesta de la guardería y ajustar gradualmente las rutinas de sueño de tu peque en casa es fundamental. Si ya está acostumbrado a los horarios de siesta de la guardería, la transición será mucho más sencilla. Comienza este ajuste al menos una o dos semanas antes del primer día.

Habla con tu peque sobre todas las cosas emocionantes que experimentará en la guardería. Utiliza cuentos, videos y conversaciones positivas para destacar los aspectos divertidos y educativos del nuevo entorno. Menciona los nuevos amigos, los juguetes y las actividades que disfrutará. Crear una expectativa positiva ayudará a reducir el miedo y aumentar la emoción.

Enseñar a tu hijo a ser más independiente en ciertas tareas, como lavarse las manos, ponerse la ropa o recoger sus juguetes, no solo aumentará su confianza, sino que también facilitará el trabajo de los educadores. Practicar estas habilidades en casa le dará a tu peque una sensación de logro y preparación para la guardería.

Para evitar la pérdida de objetos y facilitar la organización, etiqueta todas las pertenencias de tu peque. Esto incluye ropa, mochilas, mantas, juguetes y cualquier otro artículo que lleve a la guardería. De esta manera, las maestras podrán identificar rápidamente los objetos de cada niño y asegurarse de que no se pierdan.

5 consejos para los padres 

  1. Mantén la calma

Es normal sentir ansiedad el primer día de guardería, pero es crucial mantener la calma y transmitir tranquilidad a tu peque. Los niños son muy perceptivos y pueden captar el nerviosismo de sus padres, lo que puede aumentar su propia ansiedad. Confía en los educadores y en la experiencia del centro infantil.

  1. No te angusties si llora

El llanto es una respuesta emocional natural al cambio. No te angusties si tu peque llora al despedirse. Es una reacción común y suele disminuir con el tiempo a medida que se adapta a su nuevo entorno. Mantén la calma, despídete con cariño y confía en que los educadores sabrán consolarlo y distraerlo.

  1. Despedidas rápidas

Las despedidas largas y emotivas pueden hacer más difícil la separación. En su lugar, despídete de manera rápida pero cariñosa. Asegúrate de que tu peque sepa que regresarás por él al final del día. Evita salir en silencio mientras está distraído, ya que esto puede generar inseguridad.

  1. Permite un objeto de apego

Un objeto de apego, como un peluche o una manta favorita, puede proporcionar consuelo durante los primeros días de guardería. Este objeto familiar le brindará una sensación de seguridad y conexión con el hogar, facilitando la adaptación al nuevo entorno.

  1. Dale tiempo para adaptarse

La adaptación a la guardería puede llevar algunas semanas. Permite que tu peque se tome el tiempo necesario para acostumbrarse a la nueva rutina y al entorno. Sé paciente y comprensivo durante este período de transición. Con el tiempo, verás cómo se siente más seguro y disfruta de su nueva experiencia.

El primer día de guardería es un paso importante y emocionante en la vida de tu peque. Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a que esta transición sea lo más suave y positiva posible. Recuerda que la preparación y la actitud positiva son clave para que tanto tú como tu hijo disfruten de esta nueva etapa. Confía en los educadores, mantén la calma y celebra los pequeños logros, mientras se adapta a su nuevo entorno. Con amor, paciencia y apoyo, este nuevo comienzo puede convertirse en una experiencia enriquecedora y feliz para toda la familia.

Fuentes: