La autoestima es un componente fundamental en el desarrollo de los peques. Es la base de cómo se ven a sí mismos y cómo perciben su valor en el mundo. Desde la infancia, los pequeños son sensibles a las palabras y acciones de quienes los rodean, especialmente de sus padres. La manera en que los adultos interactúan con ellos, sus expresiones faciales, tono de voz y gestos, influye profundamente en cómo se sienten consigo mismos.
Como padres, queremos que nuestros hijos crezcan con una autoestima saludable, que se sientan capaces, seguros y queridos. Sin embargo, muchos niños encuentran dificultades para desarrollar una autoimagen positiva. Aquí es donde podemos intervenir, con actividades y consejos prácticos que fortalezcan su confianza y les ayuden a construir una visión positiva de sí mismos.
1. Ayuda a tu peque a aprender nuevas cosas
Desde que son bebés, los niños sienten satisfacción al lograr cosas nuevas, como sostener una taza o dar sus primeros pasos. A medida que crecen, aprender a vestirse solos, leer o andar en bicicleta se convierten en logros que fomentan su autoestima.
Es importante que los padres les proporcionen oportunidades para aprender, intentar y mejorar. Al principio, es necesario guiarlos y enseñarles con el ejemplo, pero después, hay que darles espacio para que lo hagan por sí mismos, aunque cometan errores. Los retos no deben ser ni demasiado fáciles ni extremadamente difíciles; lo ideal es que los niños sientan que sus esfuerzos les llevan al éxito.
Si tu hijo está aprendiendo a andar en bicicleta, dale palabras de ánimo incluso si al principio no lo logra. Frases como: “Estás esforzándote mucho, cada vez lo haces mejor” son más poderosas que enfocarse solo en los resultados.
2. Elogia el esfuerzo, no solo los resultados
Un error común es elogiar a los niños solo por sus éxitos, como obtener una buena calificación. Sin embargo, es esencial valorar su esfuerzo y dedicación, independientemente del resultado final. Cuando los peques aprenden a valorar el proceso, se sienten motivados a seguir intentándolo.
Es importante utilizar elogios sinceros y específicos. En lugar de decir “eres muy inteligente”, puedes decir: “Me encanta cómo te esforzaste en resolver ese problema”. De esta manera, los niños entenderán que su trabajo arduo y actitud son tan valiosos como los logros finales.
En un proyecto escolar, en vez de enfocarte solo en el resultado, resalta su dedicación diciendo: “Has trabajado mucho en este proyecto, estoy orgulloso de cómo lo has desarrollado.”
3. Sé un buen ejemplo de conducta
Los niños aprenden observando a sus padres. Si ven que enfrentamos nuestras tareas diarias con entusiasmo y dedicación, ellos harán lo mismo. Por ejemplo, si cocinas con gusto o arreglas algo en casa sin quejarte, les enseñarás a disfrutar y valorar el trabajo bien hecho.
Además, es importante que los niños vean que los adultos también enfrentan desafíos. Mostrarles cómo resolvemos problemas o aceptamos nuestros propios errores les ayudará a entender que no siempre todo sale perfecto, y eso está bien.
Cuando estés haciendo una tarea en casa, como lavar los platos, comenta lo bien que te sientes al terminar una tarea. Esto ayudará a tu hijo a desarrollar una actitud positiva frente a sus propias responsabilidades.
4. Corrige con paciencia y sin críticas
Las palabras tienen un poder inmenso en la formación de la autoestima de los niños. Las críticas duras o negativas, como llamarlos “perezosos” o “desordenados”, pueden afectarles profundamente. Es preferible corregir con paciencia, señalando lo que pueden mejorar, sin hacerles sentir mal por sus errores.
Cuando un niño comete un error, en lugar de enfocarte en lo que hizo mal, ayúdalo a pensar en lo que puede hacer mejor la próxima vez. De esta manera, fomentas una mentalidad de crecimiento, donde los errores son oportunidades para aprender.
Si tu hijo deja juguetes por todo el piso, en lugar de decir: “Siempre dejas todo tirado”, prueba con: “Vamos a recoger juntos, y la próxima vez puedes intentar guardar tus juguetes después de jugar.”
5. Fomenta las amistades saludables
Tener amigos que los apoyen y traten bien es esencial para la autoestima de los niños. Enséñales a identificar y rodearse de personas que los valoren y motiven a ser ellos mismos. Al mismo tiempo, ayúdales a ser buenos amigos, promoviendo la empatía y el respeto hacia los demás.
Si notas que tu hijo tiene una amistad tóxica, aprovecha la oportunidad para hablar sobre lo que significa una verdadera amistad y por qué es importante rodearse de personas que lo hagan sentir bien consigo mismo.
6. Celebra los pequeños logros y momentos positivos
Es fácil que los niños se concentren en los errores o en los momentos en los que no les fue bien, pero es fundamental enseñarles a encontrar un equilibrio. Un buen ejercicio es ayudarles a identificar cosas buenas que les han pasado, incluso en días difíciles.
Antes de dormir, pídele a tu hijo que mencione tres cosas positivas que le hayan ocurrido durante el día. Esto le ayudará a enfocar su atención en los aspectos positivos de su vida y a sentirse mejor consigo mismo.
7. Permite que ayuden en casa
Cuando los niños ven que sus acciones benefician a los demás, su autoestima crece. Participar en tareas del hogar o ayudar a sus hermanos les enseña que lo que hacen es importante y valorado.
Asigna pequeñas tareas a tu hijo, como poner la mesa o ayudar a un hermano menor a vestirse. Asegúrate de agradecerles por su ayuda y resalta lo útiles que han sido.
8. Enfócate en sus fortalezas
Es fácil enfocarse en lo que a un niño le cuesta más trabajo, pero es igual de importante resaltar sus fortalezas. Identifica las áreas donde tu hijo brilla, ya sea en el deporte, el arte o la música, y dale la oportunidad de desarrollarlas.
Si a tu hijo le encanta dibujar, anímalo a seguir practicando y felicítalo por su creatividad. Inscribirlo en una clase de arte o darle herramientas para desarrollar su pasión reforzará su confianza en esa área.
9. Promueve la resiliencia y el optimismo
La vida está llena de desafíos, pero lo importante es que los niños aprendan a enfrentarlos con una actitud positiva. Enseñarles que los errores son oportunidades para aprender y mejorar les dará las herramientas para ser resilientes.
Cuando tu hijo enfrente una dificultad, en lugar de resolverla por él, ayúdalo a pensar en una solución. Frases como: “Sé que esto es difícil, pero estoy seguro de que lo puedes lograr con un poco más de práctica” les transmiten confianza en sus propias capacidades.
Fomentar la autoestima en los peques es un proceso continuo que requiere paciencia, amor y apoyo. Con cada pequeña acción, desde celebrar sus esfuerzos hasta brindarles el espacio para cometer errores y aprender de ellos, estamos ayudando a nuestros hijos a desarrollar una autoimagen positiva. Recuerda que, como padres, somos su principal modelo a seguir, y nuestras palabras y actitudes tienen un impacto duradero en su forma de verse a sí mismos. Con los consejos y actividades aquí compartidos, puedes contribuir a que tu hijo crezca con confianza y se sienta capaz de enfrentar los retos de la vida con una sonrisa y la certeza de que puede superarlos.
Fuentes: