El apego seguro se determina por la presencia de una persona en la vida del niño capaz de mostrarse sensible y atento a las necesidades del niño. Esa persona se muestra empática y favorece la experimentación de emociones.
El apego seguro o sano se caracteriza por:
-El niño se esfuerza por mantener la proximidad con su cuidador.
-Busca el contacto físico y emocional de manera repetida en el tiempo.
-Se siente más seguro para explorar cuando tiene cerca a su figura de apego.
-Cuando se separa de su cuidador, el niño siente ansiedad. Además, hace esfuerzos por atraer su atención.
¿A cuántas personas puede apegarse un niño?
Un bebé tiene la capacidad de vincularse a 4-5 figuras, pero siempre tiene que haber una que predomine sobre las otras en cuanto a disponibilidad, accesibilidad y tiempo.
7 claves necesarias para fomentar un apego seguro en los niños
Definir una figura de apego.
Tener una figura de referencia, para llegar a tener una base segura interna le dará control sobre el mundo que le rodea.
Sintonizar emocionalmente con el niño.
El adulto tiene que ser capaz de entender los estados mentales del bebé, esto implica tratar de averiguar lo que le ocurre en el menor tiempo posible. Así se podrá dar respuesta a su necesidad y el niño se sentirá reconocido y atendido.
Repetir las experiencias de apego.
Aunque es muy importante la calidad de las interacciones con el niño, la cantidad será determinante. La repetición de las experiencias de apego (pasar tiempo con el bebé) va a solidificar las redes neuronales afectivas.
Aceptar al niño tal y como es.
La aceptación consiste en diferenciar al niño de su comportamiento. Por ejemplo, nunca digas a tu hijo: – “Eres torpe” al contrario, se puede utilizar:- “Te has caído pero seguro que la próxima vez tienes más cuidado”.
Evitar la sobreprotección.
Es normal que ciertos peligros provoquen en los padres emociones como: miedo, ansiedad o enfado. Sin embargo, es importante que el adulto acepte sus propias emociones para no transmitirlas al niño. Por ejemplo, en vez de decir: – «Cuidado, te vas a caer» Permitimos que el niño explore sus límites y capacidades propias.
Poner palabras a lo que el niño siente, piensa o hace.
No se trata de imponer el pensamiento del adulto sino de reconocerle como una persona independiente. Recordemos que los niños también tienen: deseos, emociones e intenciones propias. De esta manera le ayudaremos a comprenderse para que pueda llegar a regularse el mismo. Por ejemplo:-«Te noto cansado ¿quieres que nos vayamos ya para casa”
Establecer normas y límites adecuados desde que los niños nacen.
Es importante establecer conductas y respuestas consistentes. Adelantar y hacer predecible qué se espera de él y lo que está o no permitido. Por ejemplo, si el niño tiene un berrinche poder atenderlo de la misma forma cada vez.
Recuerda que el apego seguro les da confianza y alas para enfrentar su vida.
Fuente: https://www.psicoemocionat.com/que-es-el-apego-seguro-y-como-fomentarlo/