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¿Es importante inmunizar a los niños? ¿Existen riesgos para los más pequeños? ¿Deben administrarse también las vacunas recomendadas?

Respondemos a las preguntas de las mamás.

 

Más del 95% de los niños mexicanos están inmunizados contra el tétanos, la difteria, la poliomielitis, la hepatitis B, el sarampión, la rubéola, la parotiditis, la meningitis C y el haemophilus influenzae b. pero ya a pesar de esta amplia cobertura de vacunación, muchos padres tienen muchas dudas. ¿Para qué sirve inmunizar a los niños contra enfermedades prácticamente erradicadas como la difteria o la poliomelitis? ¿Tantas vacunas administradas en pocos meses pueden sobrecargar el sistema inmunitario de los pequeños y tener efectos nocivos para su salud?

 

Enfermedades erradicadas, pero siempre al acecho

Aun mostrándose favorables a la inmunización de los niños, algunos padres piensan que las vacunas no son indispensables porque ya no circulan enfermedades infecciosas graves.

 

No son en absoluto cierto que no existan enfermedades infeccionas graves. No hay más que pensar en el sarampión, que puede tener consecuencias serias y que, en un caso de cada mil o dos mil, puede provocar la muerte. A pesar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había fijado como objetivo que el sarampión estuviese erradicado para 2010, en los últimos años se han dado algunos brotes de la enfermedad.

Así mismo la tosferina, el tétanos, la hepatitis B y las infecciones provocadas por haemophilus influenzae b, son patologías serias, y todavía están presentes en algunos países.

 

Solo dos enfermedades infecciosas, que se encuentran dentro del calendario obligatorio de vacunación, hace años que están erradicadas: La difteria y la polimelitis. Sin embargo, la primera todavía está extendida en Rusia, y la segunda, en Albania.

Por esta razón, si se excluye del calendario de vacunas, estas enfermedades podrían volver a producirse en otros países.

 

No existen riesgos para el sistema inmunitario

Otra duda que puede asaltar a los padres es que un gran número de vacunas, administradas en un periodo de tiempo breve a niños de pocos meses pueda sobrecargar su sistema inmunitario (es decir, defensa del organismo), todavía inmaduro sobre todo cuando se administran juntas en un producto polivalente.

 

El sistema inmunitario de los pequeños se forma entrando en contacto con los agentes infecciosos y aprendiendo a reconocerlos. Los más pequeños están expuestos todos los días a centenares de contaminantes y de agentes infecciosos aún desconocidos para su sistema inmunitario. Las vacunas constituyen una mínima parte de estos estímulos y no pueden saturarlos.

 

El temor a las reacciones alérgicas y a los efectos secundarios

Aunque se trata de una corriente minoritaria en nuestro país, hay padres que se declara contrarios a la administración de las vacunas recomendadas, pero no incluidas en el calendario obligatorio, puesto que temen posibles reacciones alérgicas o efectos secundarios peligrosos para su salud del bebé.

 

Todas las vacunas tienen el riesgo de efectos secundarios leves: fiebre moderada, enrojecimiento y molestia en la zona de la inyección. Se trata de una manifestación de la activación del sistema inmunitario, así como trastornos de escasa importancia, comparados con los potenciales daños que acarrean las enfermedades contra las que se vacunan.

 

La posibilidad de una reacción grave, es decir, de un shock anafiláctico, existe pero es muy remota. Normalmente, se aconseja no administrar la vacuna antigripal ni la antisarampión a los niños alérgicos al huevo, porque estos dos fármacos, se obtienen mediante la inoculación de los virus en los huevos, y pueden contener proteínas de este alimento. Sin embargo, si el niño sufre manifestaciones alérgicas moderadas y nunca ha tenido episodios de shock anafiláctico, es poco probable que la vacunación pueda provocarle este tipo de reacciones.

 

PALABRAS CLAVES

 

COBERTURA VACUNAL: Es el porcentaje de individuos de una población que resultan inmunes a una enfermedad por que han sido vacunados. Si es superior al 90%, se produce el denominado “efecto grupo”, es decir, la infección ya no circula entre la población y ni siquiera las personas no vacunadas corren peligro de contagiarse. En cambio, si la cobertura es inferior al 90%, la infección continua circulando y las personas no inmunizadas corren el riesgo de contagio.

 

SEROTIPO: Es conjunto de cepas de microorganismos que presentan las mismas proteínas superficiales y que, por lo tanto, resultan vulnerables a los ataques de los mismos anticuerpos. Las personas vacunadas contra una cepa son inmunes a todas las pertenecientes al mismo serotipo.

 

SHOCK ANAFILACTICO: Es un colapso, provocado por una reacción alérgica violenta, que implica al aparato respiratorio y al sistema circulatorio. Puede ser mortal si no se recibe la atención médica inmediata.