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Desarrolla un vínculo de amor y comunicación con tu bebé a través de la vista, acerca tu cara a la de tu pequeño a una distancia aproximada a los 20 o 30 cm, recuerda que su vista aún se está desarrollando y no puede enfocar distancias más lejanas, míralo a los ojos mientras lo saludas y le dices con ternura lo contentos que papá y mamá están de tenerlo en casa.

Tus ojos atraerán su atención y fijará su mirada en la tuya, primero serán breves segundos y cada vez lo hará por más tiempo.

Aprovecha cualquier oportunidad como los cambios de pañal, la hora del baño o cuando le des pecho para establecer con tu hijo una conexión visual; Este contacto es clave en el desarrollo de una buena relación con tu pequeñito.

Ricitos de Oro, ¡tan natural como el amor por tu bebé!